Es fácil encontrar por internet múltiples dietas para el tratamiento del intestino irritable. Lo curioso del caso es que muchos de los regímenes propuestos parecen ser contradictorios. ¿Por qué sucede esto? Porque no todos los casos de colon irritable son iguales ni responden a las mismas causas.
Por lo tanto, cuando alguien publica una dieta que ha sido eficaz en su caso particular, aunque sea con la mejor de las intenciones, puede estar haciendo un flaco favor a otros pacientes. De hecho, quizá esa dieta no les sirva o, incluso, empeore sus síntomas.
El colon irritable: ¿es o no es una enfermedad?
Su nombre oficial, según la OMS, es Síndrome del Intestino Irritable (SII).
Y un síndrome no es una enfermedad, sino un conjunto de síntomas que pueden obedecer a cuadros clínicos bien distintos.

Por eso, es imprescindible el diagnóstico por parte de un médico. Con él, podrá evaluar la posible existencia de otros trastornos o enfermedades que lo provoquen.
Síntomas del síndrome del colon irritable
Los síntomas del colon irritable abarcan una gran cantidad de trastornos físicos. Los más habituales son:
- Dolores abdominales
- Flatulencias
- Sensación de empacho o indigestión leve
- Distensión abdominal
- Diarrea habitual o estreñimiento, según el caso
Las causas más comunes del síndrome del colon irritable
El síndrome del colon irritable puede estar causado por otras patologías. Entre estas, se incluyen infecciones bacterianas o parasitarias, enfermedades autoinmunes y trastornos tumorales benignos y malignos. En estos casos, debe averiguarse si existe una causa subyacente y proceder a su tratamiento directo.
En otros casos, el colon irritable es consecuencia de una mala alimentación y de hábitos de vida poco saludables. Es más, en muchas ocasiones, existe un problema de alergias o intolerancias que lo provoca.
Y está comprobado que, en algunos casos, el estrés es el factor desencadenante del síndrome de colon irritable.
No obstante, muchas personas lo padecen sin que se detecte ninguna causa aparente que lo provoque.
¿Qué tratamientos hay para el colon irritable?
Una vez se ha descartado que otra enfermedad es la causante de los síntomas, solo hay cuatro alternativas de tratamiento. Así pues, los tratamientos para el colon irritable son:
- Medicamentos para paliar los síntomas
- Una dieta para el colon irritable específica
- Suplementos y probióticos
- Apoyo psicológico contra el estrés o el mejor antidepresivo para el colon irritable

Por suerte, de las cuatro opciones indicadas, existe consenso médico. Los expertos afirman que la dieta para el colon irritable es el elemento primordial para controlar o eliminar los síntomas.
La importancia de seguir una dieta para el colon irritable personalizada
Es de la máxima importancia no hacer caso a cualquier información obtenida de internet acerca de estas dietas. Muy especialmente, si proviene de foros, blogs o páginas web que no acrediten científicamente las informaciones publicadas.
A modo de ejemplo, podemos poner el caso concreto de las lentejas. Algunas informaciones afirman que son alimentos prohibidos para el colon irritable y otras las recomiendan.
¿A quién debemos hacer caso? Pues a nadie, porque cada caso de colon irritable es particular. Y, por tanto, precisa un tratamiento también particular.
Lo primero que tiene que hacer el paciente con síndrome de intestino irritable es acudir a su médico. Este determinará las causas primigenias susceptibles de provocar los síntomas. Además, puede ser que prescriba un tratamiento farmacológico o unas recomendaciones dietéticas. Aunque lo más común suele ser una combinación de ambas cosas.
Pero, aun así, muchas veces ocurre que la mejoría es insuficiente o que, directamente, no hay mejoría. Por lo tanto, hace falta un nutricionista experto. El profesional se preocupará de analizar minuciosamente el efecto de cada menú para colon irritable en su cliente. Y, además, detectará cosas que a un médico le pueden pasar desapercibidas. Esto se debe a que la especialidad del médico no es el control estricto de dietas.
Y, aquí, volvemos al caso anteriormente comentado de las lentejas. Veamos como un paciente solucionó su problema de colon irritable mediante una atención dietética personalizada:
Un caso real: cómo una dietista resolvió un problema crónico de intestino irritable
Se trata de un paciente masculino de mediana edad, con complexión atlética y sin sobrepeso. El paciente afirma no fumar y no beber alcohol a diario. Únicamente, refiere tomar tres o cuatro cañas de cerveza en la tarde-noche de los viernes y sábados. Igualmente, afirma tomar un vermut los domingos antes de la comida.
El paciente indica a la dietista en Las Palmas que ha sido diagnosticado médicamente con el síndrome de intestino irritable. Así mismo, informa de que ha seguido diversos tratamientos medicamentosos y dietéticos con poco éxito. Por último, afirma tener una especial preferencia gastronómica por carnes y legumbres. Y, muy especialmente, por las lentejas y alubias.
Atendiendo a sus preferencias y con la sospecha de que alguno de los alimentos favoritos del cliente pueda estar relacionado con su trastorno intestinal, la nutricionista diseña una dieta equilibrada. En ella, entre otras cosas, incluye lentejas en las comidas de los viernes y alubias en las de los lunes.
Dos semanas después, en la consulta de seguimiento, el paciente afirma que los síntomas van desapareciendo durante la semana laboral. No obstante, se acentúan muchísimo los fines de semana, especialmente, el sábado. Sospecha que la causa pueda ser la cerveza de los viernes y sábados.
Durante dos semanas, se abstiene de tomar sus cañas y el vermut. Sin embargo, de nuevo refiere la misma casuística: mejoría durante la semana y empeoramiento súbito el fin de semana.
La nutricionista procede a cambiar el menú de los jueves y viernes, y elimina las lentejas de este último. Dos semanas después, el cliente dice que no ha vuelto a tener síntomas.
La solución fue una dieta para el colon irritable personalizada para este paciente
Tras varias pruebas con y sin lentejas, finalmente, se determina que son estas las causantes del malestar intestinal del paciente. Así mismo, hubo un descubrimiento adicional. Si las consumía en puré realizado mediante un pasapurés (no con batidora), tampoco refería síntomas.
La sospecha recayó en algún componente específico de la fibra de la lenteja. Y es que, al eliminar la mayor parte de esta fibra mediante el pasapurés, perduraba la ausencia de síntomas.
Tras leer este caso, no caigamos en el error de pensar que las lentejas causan el síndrome del intestino irritable. Al menos, en general, ya que muchos pacientes diagnosticados las consumen sin problemas.
Esto ha sido así en este caso particular. Pero, en el tuyo, cualquier otro alimento puede intervenir activamente. Y solo un nutricionista metódico está capacitado para intentar averiguar cuál o cuáles pueden ser.
Nutricionista con experiencia en casos de colon irritable
Por mi consulta nutricional, pasan habitualmente una gran cantidad de personas con síndrome de intestino irritable. Y, generalmente, la mayoría de los problemas se solucionan o mejoran notablemente con una dieta específica.
Esto se debe a que, como dietista‑nutricionista en Las Palmas, analizo con detalle tu caso particular. Igualmente, realizo un seguimiento estricto a fin de establecer, lo más pronto posible, el régimen dietético idóneo para ti.
Muy pronto, comprobarás los resultados positivos.
¿Tienes el síndrome del colon irritable y quieres saber qué comer? ¿Te gustaría saber que alimentos para el colon irritable son adecuados para ti? Pues solicita una cita y cuéntame cuáles son tus hábitos de vida y gastronómicos. De esta forma, podré desarrollar un régimen personalizado para tu caso concreto. ¡Te espero!
